Mientras disfrutaba una sorpresiva Pilsner turca, remojando el cansancio frente a harisas, donners y escritoras, recibí una llamada en argentino. Desde Bs As, un periodista me pedía una colaboración en directo para el noticiero de medianoche de la televisora para la que trabajaba. Del Canal 9 sabía tan poco como de la Pilsner de Turquía. En un viaje a Bohemia aprendí que esa es la tierra original de la famosa cerveza, cuyo proceso de fabricación particular le da un gusto inigualable. La ingestión de Pilsners se convirtió durante ese viaje, de manera inesperada, en una de las actividades principales. La Pilsner bohemia tiene un sabor medianamente fuerte, un hermoso color cobrizo, una consistencia fresca y sedosa que siempre sorprende al paladar.
La sorpresa no me impidió, sin embargo, aceptar la propuesta de mi amable interlocutor, aún cuando éste me precisó que me llamaría de nuevo cinco minutos antes de las cuatro de la mañana, en mi horario. La causa del interés: los disturbios en los suburbios franceses y, como más tarde lo sabría, el toque de queda instaurado en algunas de sus ciudades.
Aún cuando el sabor de la turca Pilsner no se acercaba siquiera al original bohemio, su efecto fue dulce y confortante. Luego de revisar las últimas noticias, caí en un profundo sueño que terminó bruscamente a las cuatro menos un minuto. Una mujer argentina se apresuraba del otro lado de línea. Tenía un minuto para ser amable conmigo, responder a mis preguntas, dar instrucciones a al menos dos técnicos y otro telefonista, arrancar el noticiero de media noche. Por fin me dejó en espera. Ignoro si en Argentina se fabrica cerveza Pilsner. Sé que beben mucha Quilmes. ¿A qué sabrá la Quilmes?
1 comentario:
Hombre, no conocìa esta pàgina aunque habìa oìdo hablar de ella, y veo que la voy a frecuentar. Me gustò el texto sobre Francisco Hinojosa, en particular, y el tono de los otros artìculos, en general. ¿Quièn serà el famoso Gastòn Lè?
Un abrazo,
MS
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