10.3.07

Fuera de Francia, la policía francesa tiene fama de eficaz. En el interior, tiene fama de ser prepotente y altanera. Luego de mi experiencia reciente, no puedo desmentir ninguna de las dos reputaciones. Seis días después de haberme presentado en la comisaría a denunciar un asalto con arma blanca, un agente me llama y me deja un recado en mi teléfono. Tienen a un sospechoso que coincide con la descripción que hice y que actúa según un método parecido al de mi agresor. Sí, le agradecemos su colaboración, y ahora es importante que venga a identificarlo. Le dije que pasaría esa misma noche y así lo hice. Pero en la recepción de la comisaría nadie estaba enterado que yo debía presentarme a identificar a un sospechoso. Vuelva mañana durante el día y hable con la persona que lo contactó por teléfono, me dijeron. A la mañana siguiente, a las nueve con cinco minutos, me llama el mismo agente del día anterior

- ¿Qué pasó? - me preguntó secamente luego de anunciarme su nombre.

- Pues no sé – contesté –, fui a la comisaría y nadie me supo dar información.

- Me acaban de decir mis colegas que usted no se presentó.

- Pues me habrán atendido otros…

- No. No me diga que vino porque no es verdad. Si usted no se toma en serio este asunto, no debió presentar su denuncia en un principio. Y si me dice que va a venir…

Tomó un largo intercambio de acusaciones y desmentidos antes de que nos diéramos cuenta de que lo que en realidad sucedió fue que yo me presenté a la comisaría del segundo distrito, mientras que el agente me llamaba desde el distrito número doce. De nada sirvió verificarlo, porque ante el agente la culpa seguía siendo mía. En eso se parecía a los policías mexicanos (al menos a los que he conocido). El error nunca es suyo. El error no puede ser suyo. Con todo, me presenté algunas horas después en la comisaría del doceavo distrito, convencido de que era mi deber terminar con ese asunto. Para mi suerte, no me atendió el agente infalible, sino una oficial con acento sureño. Durante el tiempo que llevó el proceso de identificación y levantamiento de la denuncia formal (el detenido era, en efecto, el mismo que me había robado), me agradeció en varias ocasiones mi presencia y colaboración. Al final, puso a mi disposición una serie de números de teléfono a los que podría llamar en caso de necesitar apoyo psicológico por la violencia sufrida, para pedir información sobre el desarrollo del caso, en caso de necesitar asesoría jurídica, etc. Cuando me acompañó a la puerta de salida, me agradeció una vez más y volvió, el rostro sonriente y orgulloso, a su puesto. Nunca he logrado llegar hasta este punto del proceso en los casos en que he sido víctima de un delito en México, de manera que no podría hacer una comparación objetiva. Pero tengo la sensación de que la experiencia debe ser muy distinta. De pie bajo la lluvia, bajo las frías letras que anuncian la sede de la policía en el bulevar Daumesnil, me di cuenta de que seguí hasta ese punto más por curiosidad hacia el funcionamiento del método policiaco, que por responsabilidad civil o reales deseos de llevar a mi agresor tras las rejas.

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Nuestro estimado colega, compañero del taller literario, el "maestro" Marcos Eymar, obtuvo merecidamente el premio Tiflos de libro de cuentos por su estupenda obra Objetos encontrados. Un abrazo y mis más sinceras felicitaciones por esta alegre noticia. ¡Enhorabuena!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me han robado dos veces mi portable y nunca me han asaltado con arma blanca o de otro color. pero desde la ultima vez que fui a una comisaria ( a la que me acompano Miguel El bueno) no me dan ganas de pisar una.. se dice que aun buscan a una chilena despeinada que gritaba como loca que liberanan a su Lenis y la cual ante la negativa policiaca precedio a darle un combo en el hocico al paco culiao que le dijo " maricona"..
En fin bref...EL Maestro es el maestro y junto con Miguel le estan abriendo el camino a lo que debera llamarse el movimiento eclectico de paris del 2006...

felicidades a los pioneros
Pintura...

Anónimo dijo...

Viva la Literatura Huiqui

César Silva Márquez dijo...

que onda carnal

saludos desde juarez, si eres el tapia tapia tapia verdad?

magali te manda saludos, encontre este blog, ni sabia que tenias uno

saludos carnal

Anónimo dijo...

gastón tapia tapia tapia, si te vuelven a asaltar avisame pa mandarles a mi tio el "mayo" pa' que llege en su "jamer" y los carraquee a todos...


chañoñe?