5.5.06

Un pato

Pasamos la noche junto al canal, alimentando una familia de patos con cacahuates viejos. Era divertido ver cómo papá pato, mamá pata y los dos patitos sumergían sus picos con prisa en el agua, tratando de atrapar los cacahuates antes de que se perdieran en el fondo turbio del canal. Los pequeños, con sus picos inexpertos, fallaban la mayor parte de los intentos. Cuando lograban atrapar una de las semillas, intentaban triturarla con cómicos movimientos, y terminaban por dejarla caer y perderla irremediablemente.
La temperatura era de 25 grados. Junto al canal una enorme colonia de humanos graznaba su alegría bajo el cielo despejado. En fila india o en círculos, giraban alrededor del canal desde el que la familia de patos, en las pausas de la lluvia de cacahuates, los miraban sin interés.
El tiempo caía acompasado sobre la tersura de la medianoche, se hundía en su tenumbra como semillas de oleaginosa tostada, buscaba sin prisa el fondo ignorado de aquel enorme estanque en el que flotaba la envoltura ya inservible de la jornada.
¿Es todos los días igual?, le pregunté a papá pato, que parecía un tipo sereno y reflexivo. Por toda respuesta, el pato cedió a su compañera el cacahuate que yo acababa de arrojar, luego se acercó a esta y mordisqueó su cuello con el ancho pico. La plumas de la pata se levantaron, y luego ésta se alejó. El pato me observó fijamente, como para asegurarse que yo prestaba atención.
Nos pusimos de pie y nos alejamos. La familia nos vió partir sin dar muestras de tristeza. Al volver la vista atrás, vi como los humanos se revolvían aún entre ellos, graznándose unos a otros con estruendo. Abriéndo amplia la boca y sonriendo se arrojaban cándidos los últimos cacahuates del paquete.


Gracias a todos por los mensajes publicados durante esta larga ausencia. A Yavax por su comentario, aunque no estoy seguro de haberlo entendido del todo. Entendí muy bien, por el contrario, el del majadero de Harmodio, pero no insistiré en el asunto, con tal de evitar que nuestros encuentros reales terminen en aburridos refritos de blogs. Del Copista me guardo el sabio consejo. Y frente a la habitual pertinencia de Pintura, no puedo más que replicar: soy un espárrago, alíñame.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Frente a eso tambien me inclino y me pregunto a la vez : vinagre o limon?
Pintura

Anónimo dijo...

Un pato
CUa cua
Caminando alegremente
se encontre algo de repente...

Cua cua,

oootro pato,

Dos Patos,

cua cua...