15.2.06

Un día inolvidable

Una vez más la realidad, esa fémina desdeñosa y seductora, demostró ser más poderosa que la imaginación. El día de ayer, lo que se suponía iba a ser la llana conclusión de un trámite a dúo, un pequeño y privado éxito administrativo, se convirtió en la ruptura de un amplio aunque discreto contenedor, un dique apenas sospechado desde los bajos valles de la vida cotidiana, y del que surgió incontenible un alud de cercanías y cariños, sonrisas y confetis, música y colores. Soles victoriosos sobre nubes grises, flores por generación espontánea, bicicletas alegóricas frente al ayuntamiento del distrito diez. Plumas blancas como puentes, cafés carnavalescos, accidentes como chistes. Amigos tempraneros, desvelados, divertidos y flamantes. Amigos infalibles, valientes, poderosos. Amigos orfebres de la luz nocturna, brazos largos y fuertes, alegres y constantes. Amigos redondos, amigos circulares, sin lados ni bordes. Amigos, amigos, amigos, y dos corazones festejados, rellenos de realidad y de sorpresa, hinchados de vida y de un 14 de febrero que supo estar en el lugar adecuado. No puedo describirlo más, porque Harmodio ya lo hizo mejor, y porque no tendría palabras para hacerlo. Sólo me queda pedir que en estas líneas sea leída mi más profunda y sincera gratitud hacia todos aquellos que estuvieron ahí, de una u otra manera, para festejar el PACS (paquete promocional francés, especie de miniboda o maxinoviazgo) de Ana y Miguel.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No le chille, no le chille!!!

Apechûguele, apechûguele!!!

Y de ahî pal real! Mucho Mike, mucho!

Anónimo dijo...

mmmmm senor paseado su condicion le permitiria de ir manana viernes bailar a la pena?.
Pinturita, que es solita, ira ...

Oswaldo Zavala dijo...

Órale, chido. Qué bueno que invitaron a los compas. Lo bueno es que yo soy wikicuate y supuestamente tengo preferencia, pero bueno, eso me saco por cándido promotor de la wikiliteratura. De qué sirvieron las pedas con biere a presion en Bastille; de qué las guácaras que me aventé en pleno metro de St. Michel; de qué las lecturas en el taller, las antologías compartidas si a la hora de la hora no se me toma en cuenta para un acontecimiento de este tamaño. Es cierto: estoy en Austin y habría estado medio cabrón asistir, pero una invitación, aunque imposible, siempre es puntual y atenta. En fin, ciao.

Copistasentido

Anónimo dijo...

felicidades!!! no tienes idea del gusto que me da recibir esta noticia, tampoco puedes imaginar cuanto lamento no haber estado junto a ustedes dos, estoy segura que Ana es una mujer maravillosa que ha "hanté" a uno de mis mas queridos amigos, quien ahora se lee maravillosamente feliz
besos